Sólo por su flora y fauna, las salinas de Fuencaliente tendrían un máximo interés ecológico, pero existe un factor que multiplica este valor de un modo extraordinario: un lugar de descanso, comida y, a veces, cría para muchas aves migratorias.
En 1994 el Gobierno canario declaró las salinas de Fuencaliente como Sitio de Interés Científico. Su motivo es ser uno de los pocos humedales existentes en Canarias y más concretamente en la isla de La Palma, precisamente por ello, atrae como si de un imán se tratase, a las aves limícolas migratorias.
Desde el otoño hasta la primavera cuando muchas especies procedentes de Europa van rumbo a Åfrica en sus migraciones anuales, nuestras Islas se convierten en escala obligada para aquellas que realizan sus rutas más occidentales. Incluso, algunas de ellas pasan el invierno en nuestras tierras (especies invernantes), volviendo posteriormente a Europa sin llegar a su destino inicial: Åfrica. Otras simplemente descansan y prosiguen su viaje (especies de paso o migrantes) hasta su destino africano.
A nuestras costas y en especial a nuestras salinas pueden arribar entre 30 y 50 especies de aves, que aprovechan preferentemente los cocederos de las salinas para alimentarse de los múltiples organismos que en ellos proliferan.
Así en las Salinas de Fuencaliente se dan cita durante el otoño chorlitejos, correlimos, vuelvepiedras y andarrios, e incluso algunas rarezas como flamencos y tarros blancos se han podido divisar en este lugar.
La salinidad en los cocederos, ya es algo mayor que en las aguas marinas, siendo la base para constituir comunidades muy específicas de especies vegetales y animales adaptadas a ambientes hipersalinos, configurando de esta forma unos ecosistemas muy particulares, que generalmente albergan organismos exclusivos de los lugares salinos.
Entre las especies vegetales se incide en la existencia de la Ruppia maritima una fanerógama (planta superior con flores), la cual está casi desaparecida en las Islas, al escasear las zonas salobres en nuestro litoral. Esta fanerógama es una especie protegida en nuestra comunidad (Orden 20 de febrero de 1991 sobre protección de Especies de Flora Vascular Silvestre de la Comunidad Autónoma de Canarias), siendo nuestras salinas uno de éstos pocos lugares donde puede ser observada.
Es otro de los peculiares habitantes de estos ambientes. Un pequeño crustáceo capaz de producir unos huevos que se desecan de forma natural cuando se evapora el agua, permaneciendo el embrión vivo de forma latente incluso diez años. Éstos son transportados en las patas de las aves migratorias, hidratándose y volviendo a la vida cuando encuentran las condiciones idóneas en otras charcas o salinas. Junto con los rotíferos, son también actualmente la base de los cultivos marinos de peces, ya que son un alimento excelente para los alevines. La artemia pueden vivir tanto en los cocederos como en otros receptáculos con mayor salinidad, ya que se tienen datos de que pueden resistir hasta concentraciones de 300 g. de sal por litro.